Recientemente realizamos un trabajo con drones de los más complejos que podemos encontrar respecto a cumplimiento de normativas y coordinación con las autoridades.
El vuelo se iba a realizar sobre núcleo urbano y dentro de CTR, a una distancia relativamente corta del aeropuerto de Almería. En particular, íbamos a realizar una filmación técnica de las obras finalizadas del soterramiento de las vías de tren y las obras de acceso del AVE a la ciudad.
Los permisos
Para realizar este trabajo necesitábamos coordinar con ENAIRE, Aeropuerto de Almería, Ministerio del Interior (Policía Nacional) y el Ejército a través del CECAF (Centro Cartográfico y Fotográfico). A continuación desgranamos en qué consiste cada una de las coordinaciones y por qué son necesarias.
ENAIRE
Antes de poder volar en un entorno CTR gestionado por ENAIRE (como la mayoría de aeropuertos civiles, aunque algunos los gestiona FERRONATS y otros SAERCO, dejando a los militares o mixtos para otra ocasión), necesitamos una «evidencia de coordinación» previa. Ésta demuestra que ENAIRE ha analizado nuestra documentación y considera que cumplimos los requisitos para volar de forma segura en sus entornos de control. Estas evidencias de coordinación se obtienen para un escenario operacional determinado y un dron específico, debiendo solicitar tantas combinaciones como consideremos oportunas.
DXIngenieria tenía ya evidencia de coordinación para Phantom 4 Pro y Matrice 200 en categoría específica STS-ES-01, que cubrían perfectamente la operación que queríamos realizar (para este trabajo utilizamos el Phantom).
La obtención de la evidencia de coordinación es un proceso iterativo, màs o menos complejo, que depende del CONOPS (características específicas de la operación a realizar) y que puede requerir de varios pasos e intercambio de información entre la operadora (o asesoría) y ENAIRE hasta que se dé el visto bueno definitivo (si quieres saber más sobre cómo obtener tu documentación, escríbenos y te ayudamos).
Aeropuerto de Almería
Con la evidencia de coordinación en orden, nos dirigimos al Aeropuerto de Almería para solicitar información sobre el procedimiento de coordinación (varía entre aeródromos y ellos tienen la última palabra sobre los protocolos y limitaciones). Los datos para el contacto con el aeropuertos los podemos obtener del AIP o desde la web de drones.enaire.es.
Tras este contacto, nos facilitan un formulario que rellenaremos y devolveremos firmado. En él aparecerá nuestra información de operador, zona de vuelo, fechas, características de la operación (VLOS, altitud, etc..). Hay que aclarar que el personal del aeropuerto no gestiona directamente este permiso, que es competencia de ENAIRE, sino que son meros intermediarios con ellos.
Este permiso es el que más tiempo tardamos en conseguir, pero una vez logrado y publicado por ellos el NOTAM, teníamos vía libre para ocupar el espacio aéreo controlado siguiendo sus instrucciones previas y el día de la operación.
El día del vuelo se detectó un error en el NOTAM y el personal del Aeropuerto hizo todo lo posible para lograr modificarlo y que pudiésemos completar la operación. Un trato fantástico y un esfuerzo digno de mención.
Ministerio del Interior
El Ministerio del Interior ha de ser notificado para garantizar que la operación se lleva a cabo con las condiciones de seguridad necesarias para salvaguardar la salud de las personas y la integridad de los bienes materiales en aquellas operaciones que así lo requieren (presencia de personas, edificios, zonas de ocio, etc..). Esta función la realiza a través de la Policía Nacional. Mediante el formulario habilitado a tal efecto, solicitamos el permiso de vuelo (ojo, hay que realizar una solicitud para cada día que pretendamos volar, no permite solicitar un periodo abierto) en su web.
Sugerencia: solicitad permisos para varios días, porque puede haber problemas de viento, lluvia u otros imprevistos que os impidan volar el día deseado y, si no, tendréis que empezar de nuevo la solicitud de los permisos.
Una vez que se remite la solicitud, el responsable de seguridad aérea de la zona se pone en contacto con la persona que ha realizado la petición y comienda un intercambio de mensajes en los que nos solicitan documentación sobre pilotos, operadora, operación, etc…
Hemos de decir que nuestra experiencia con los responsables de seguridad de diversas zonas ha sido excelente. Respondiendo por Whatsapp o email inmediatamente, incluso en domingo o festivo. Respondieron siempre de forma amable y buscando la manera de que pudiésemos realizar nuestro trabajo a pesar de cualquier dificultad. ¡Un 10 para la Policía Nacional!
CECAF
El CECAF es el Centro Cartógráfico y Fotográfico y tiene competencias en la toma y control de imágenes aéreas. En la zona en la que volamos existen restricciones a los vuelos forográficos por motivos de seguridad (Base Álvarez Sotomayor), por lo que hay que solicitar permiso para volar la zona.
En este permiso se realiza un escrito que incluye la relación de zonas a volar, si es foto y/o vídeo, si es imagen oblicua o cenital, etc… Pasados unos días responden con la aprobación o denegación y cómo proceder en caso de aprobación.
En este caso nos concedieron permiso por 6 meses y la condición es que se entregarán los vídeos y fotos obtenidas, por un medio electrónico para su análisis y posterior censura, de ser necesario (por ejemplo, si aparecen instalaciones estratégicas para la defensa).
El único inconveniente que tuvimos es que en el CECAF requieren que la documentación se presente en un formato determinado. De no ser así, desestiman la solicitud mediante silencio administrativo (no escriben de vuelta ni acuse de recibo). Tenedlo en cuenta. Por lo tanto, si tenéis alguna duda al respecto y necesitáis ayuda con este trámite, contádnoslo.
El vuelo
El día del vuelo, con todos los permisos en regla, nos presentamos en la zona de despegue para encontrarnos con la patrulla de la Policía Nacional que iba a realizar el informe y comprobación previas. Os cuento desde ya que no pudimos volar por fuerte viento, así que lo que cuento a continuación se refiere al segundo y definitivo día.
Antes de iniciar el vuelo hay que llamar a la torre de control de Almería y a operaciones para indicar que, efectivamente, vamos a llevar a cabo la operación. Esta comunicación previa es necesaria (no es un mero trámite) y ¡no es un permiso para el inicio de las operaciones!
Al menos 30 minutos antes (os recomiendo al menos un día antes), hay que crear el plan de vuelo en Ícaro XXI.
La patrulla de la Policía Nacional comprueba que piloto y observador (en su caso) están presentes y son quienes dicen ser. Posteriormente, comprueban que el dron cumple con los requisitos (luces, paracaídas, placa identificativa en aparato y emisora, etc..) y dan el visto bueno. En este caso también nos pidieron, previamente, que la aeronave funcionase en modo trípode durante toda la operación (este modo garantiza una velocidad reducida del dron y una respuesta controlada a los movimientos de la palanca de control.
Con el visto bueno de la policía se llama de nuevo a la Torre de Control y, ahora sí, se solicita permiso para despegar. Es probable que pidan confirmación del NOTAM (no olvidar usar el identificativo creado para el plan de vuelo, en nuestro caso: DINGE01) y alguna información sobre la operación como duración y altura máxima de vuelo. Con el permiso de Torre, podemos iniciar la operación.
El vuelo es, en sí, lo más sencillo de esta operación. Teníamos planificada toda la trayectoria en Litchi y nuestro papel se centraba en controlar, en todo momento, la seguridad de la operación.
El vuelo total, con tres o cuatro cambios de batería, duró cerca de una hora. Capturamos vídeo y fotos que os enseñaremos cuando el CECAF nos de su permiso (no se puede publicar ni hacer entrega del material sin su visto bueno) ;-).